Uso de la Inteligencia Artificial en asignaturas de Salud: casos prácticos

¿Te gustaría descubrir cómo la inteligencia artificial ya está transformando tu forma de aprender en las asignaturas de Ciencias de la Salud? Este 5 de noviembre pusimos el punto y seguido a nuestra serie de seminarios formativos (ver ‘Plataformas de aprendizaje digital’ y ‘Perspectiva de género en salud’) con: ‘Experiencias de uso estudiantil de la Inteligencia Artificial en asignaturas de Ciencias de la Salud’. En esta ocasión, contamos con la presencia de dos expertos internacionales y pioneros en la materia: Alfredo Prieto y David Díaz, docentes de la Universidad de Alcalá de Henares de Madrid (UAH; España). A lo largo de la sesión, compartieron experiencias y casos prácticos; evidenciando que, si se emplea de forma adecuada, la IA puede ser una potente aliada en el proceso de aprendizaje, «siempre que se utilice con criterio y responsabilidad».

Disfruta de esta oportunidad única para entender cómo estas herramientas innovadoras están ya potenciando la formación y aprendizaje y abriendo nuevas puertas a nivel profesional.

Puedes acceder a las presentaciones completas de Alfredo Prieto y David Díaz en los siguientes enlaces:

El potencial de la IA como herramienta de aprendizaje activo

Durante su intervención, Alfredo Prieto explicó que “la IA puede potenciar el aprendizaje si se usa para hacer cosas que de otro modo no haríamos”. Por ejemplo, la IA permitía a los estudiantes explorar conceptos complejos, realizar indagaciones y profundizar en temas que antes requerían mucho tiempo y recursos. Sin embargo, advirtió que si los alumnos solo copiaban y pegaban respuestas sin entender, la IA no sería más que una herramienta de reproducción, sin valor real. La formación, por tanto, debía centrarse en enseñar a formular buenas preguntas, a verificar las respuestas y a desarrollar pensamiento crítico, integrando la IA en su estrategia formativa.

“La IA puede potenciar el aprendizaje si se usa para hacer cosas que de otro modo no haríamos” — Alfredo Prieto

La creación de tutores virtuales y recursos personalizados

Díaz compartió que el desarrollo de GPTs personalizados, con instrucciones específicas, permitía ofrecer tutorías virtuales adaptadas a las necesidades de cada estudiante. Esto facilitaba un aprendizaje más autónomo y flexible, permitiendo a los alumnos enfocarse en sus dudas y en los temas que necesitaban reforzar. La interacción con estos tutores virtuales enriquecía la experiencia educativa, fomentando la autoevaluación y la reflexión.

“La IA, en manos responsables, puede hacer que la formación en ciencias de la salud sea más activa, segura y eficiente” — David Díaz

La importancia de enseñar a preguntar y a validar

Prieto subrayó que “una parte fundamental del uso de la IA en salud era aprender a hacer las preguntas correctas y a validar las respuestas, comparándolas con fuentes médicas confiables”. La formación en habilidades de investigación y evaluación fue destacada como esencial para que los futuros profesionales no solo aprovecharan la tecnología, sino que también pudieran detectar errores o sesgos en las respuestas de la IA, fortaleciendo así su pensamiento crítico.

“Es fundamental enseñar a los estudiantes a formular buenas preguntas y a verificar las respuestas de la IA” — Alfredo Prieto

La IA como motor de innovación en la educación y la práctica clínica

Finalmente, ambos ponentes coincidieron en que, si se usaba de forma responsable, la IA podía revolucionar la forma en que se enseñaba y ejercía la medicina. Desde casos clínicos interactivos hasta simulaciones precisas, las tecnologías facilitaron un aprendizaje más activo y participativo, preparado para los desafíos del futuro. La colaboración entre docentes y estudiantes, en ese proceso, fue vista como clave para potenciar todo el potencial de estas herramientas, siempre desde un enfoque ético y crítico.

“El desarrollo de GPTs personalizados permite ofrecer tutorías adaptadas a las necesidades del estudiante” — David Díaz

La integración de la inteligencia artificial en la formación en ciencias de la salud

Tras sus exposiciones, Alfredo Prieto y David Díaz contestaron a algunas de las múltiples preguntas que los espectadores les formularon. Aquí dejamos un resumen de lo más destacado.

Pregunta 1: ¿Cómo consideráis que la IA puede potenciar el aprendizaje en ciencias de la salud?
Respuesta: Prieto afirma que “la IA puede potenciar el aprendizaje si se usa para hacer cosas que de otro modo no haríamos”. Por ejemplo, permite explorar conceptos complejos, realizar indagaciones y profundizar en temas, facilitando una comprensión más activa y significativa.

Pregunta 2: ¿Y qué riesgos o limitaciones hay en su uso?
Respuesta: Díaz advierte que “si los estudiantes solo copian y pegan respuestas sin entender, la IA se vuelve un problema en lugar de una solución”. La clave está en que la IA sirva para hacer preguntas, analizar respuestas y verificar con fuentes confiables, desarrollando pensamiento crítico y autonomía.

Pregunta 3: ¿Podéis dar un ejemplo concreto de cómo utilizáis la IA en la docencia?
Respuesta: En su universidad crearon un GPT tutor personalizado (ver vídeo) para inmunología, que responde a las dudas de los alumnos con explicaciones claras, basadas en los materiales del curso. Este tutor no reemplaza al docente, sino que ayuda a profundizar en los temas, autoevaluarse y aprender a su propio ritmo.

Pregunta 4: ¿Qué beneficios habéis observado con estas herramientas?
Respuesta: Ambos coinciden en que plataformas como ChatGPT permiten a los estudiantes crear actividades personalizadas, detectar errores y aprender mediante el análisis de las respuestas. Además, fomentan la independencia y el pensamiento crítico, en un entorno supervisado por docentes que garantizan el uso ético.

Pregunta 5: ¿Cuál es la visión de futuro en el uso de la IA en la formación sanitaria?
Respuesta: Prieto y Díaz creen que, si se emplea de manera responsable, la IA no solo mejora la calidad del aprendizaje, sino que también prepara a los futuros profesionales para trabajar en un entorno cada vez más digitalizado y competitivo, sin sustituir la interacción humana ni la supervisión ética.

“La clave es que docentes y estudiantes trabajen en conjunto para aprovechar su potencial, siempre desde un enfoque ético y crítico” — Ambos ponentes

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