Hoy te compartimos un contenido original de la última edición de nuestra Guía. Técnicas de estudio (descargar aquí): rutinas que van a favorecer que tu estudio sea mucho más productivo y efectivo de cara a los exámenes.
Kit básico de aprendizaje
- Concentración. Evitar distractores (las pantallas, dispositivos, redes sociales,
etc., encabezan el ranking de “ladrones de la concentración”) y oblígate a
mantener la atención el máximo tiempo posible. (Claves para lograr una concentración óptima en el estudio) - No te presiones. Bajo presión se aprende mal y se recuerda peor. Tómate tu tiempo para estudiar, organízate bien, elabora plannings u horarios y cúmplelos. Intenta que el proceso se estudio sea lo más fluido posible.
- Ejercicio físico. Todos favorecen el aprendizaje (además de ser una excelente opción para distraerte en tus pausas de estudio), pero el aeróbico está especialmente recomendado en este sentido.
- Patrón sueño-vigilia adecuado. Robar horas al sueño es uno de los errores más
frecuentes que cometen los estudiantes. Recuerda: si no duermes, no rindes. (Duerme bien para potenciar tu rendimiento en los estudios) - Herramientas de soporte de aprendizaje. Todo lo que contextualice y dé “vida” al negro sobre blanco de los textos favorece el aprendizaje. Láminas, atlas, esquemas, imágenes… Un recurso bastante útil es el de utilizar distintos códigos de color, ya que refuerza la memoria visual, imprescindible en el proceso de estudio. (Tres herramientas de aprendizaje innovadoras para medicina)
- Concédete recompensas. El efecto “premio” es muy motivador. Recompénsate con una chocolatina, una charla telefónica con un amigo, un capítulo de una serie, etc. cuando hayas cumplido el plan de estudio previsto.
- Busca tu método. Anímate a probar, experimentar y descubrir qué es lo que
mejor te funciona a la hora de estudiar. Cada estudiante debe encontrar “su”
estrategia más adecuada. (9 estrategias clave para un aprendizaje efectivo – Student Hub Spain)
La música, ¿ayuda a estudiar?
Muchas personas aseguran que no pueden estudiar en silencio absoluto y que necesitan un sonido de fondo para concentrarse mejor. En relación con esto, muchos estudiantes se preguntan si es buena idea estudiar con música. La respuesta es sí, pero con matices.
Algunos estudios han demostrado el efecto positivo de la música en el proceso de
estudio, pero para que éste se produzca tiene que tratarse de una música que a la persona le guste y, además, debe escucharse en un ambiente confortable, con el objetivo de que proporcione un sentimiento de bienestar y aumente la motivación (que son los dos efectos asociados a este recurso musical en el contexto del estudio).
También es importante que no se trate de una música con letra o bailable, ya que
puede producir justo el efecto contrario al que se persigue (distraer). Lo mejor es
utilizar en los momentos de estudio opciones musicales que tengan un sonido neutro y tranquilo, que favorezca la relajación y optimicen el proceso de aprendizaje. Un consejo: no te empeñes en poner música clásica (una recomendación habitual) sieste estilo no te gusta, pues pierde el efecto motivador que proporciona a los amantes de este tipo de piezas musicales.

Contenido original de Guía. Técnicas de estudio. Metodologías, plataformas y aplicaciones para potenciar tu aprendizaje.
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