Mientras la sonda está colocada, es necesario realizar un seguimiento continuo para detectar signos de infección del tracto urinario (ITU), así como una limpieza adecuada de la parte externa de la sonda y del perineo del paciente, a fin de reducir el riesgo de infección. Mantener un sistema de drenaje cerrado también es esencial para reducir la entrada de microorganismos en el tracto urinario. Se ha demostrado que la retirada
oportuna de las sondas permanentes reduce el riesgo de ITU asociada a la sonda (CAUTI) (Schaeffer et al., 2021a). Al retirar una sonda, asegúrese siempre de que el globo de la sonda está totalmente desinflado, para minimizar el traumatismo en la uretra.
La evidencia no es clara sobre si la práctica de pinzar una sonda para lograr la plenitud de la vejiga durante varios minutos antes de la extracción mejora la función de la vejiga después de la extracción (Gould et al., 2019). Una revisión de estudios demostró que el pinzamiento de la sonda antes de la extracción no era necesario para los pacientes a corto plazo porque el pinzamiento conlleva el riesgo de complicaciones, como la prolongación de la retención de la sonda urinaria y lesiones del tracto urinario (Wang et al., 2016). En un estudio con pacientes histerectomizadas, el reacondicionamiento de la vejiga mediante el pinzamiento de la sonda urinaria permanente no restableció la función vesical en pacientes tras una histerectomía radical (Gong et al., 2017).
Tras la retirada de la sonda, debe controlarse la micción de todos los pacientes durante al menos 24-48 h, utilizando un registro de micciones o un diario vesical para anotar la hora y la cantidad de cada micción, incluida cualquier incontinencia. Un escáner vesical puede monitorizar el funcionamiento de la vejiga midiendo la orina residual posmiccional (ORP) (v. Habilidad 35). El dolor y la distensión abdominal, la sensación de vaciado incompleto, la incontinencia, el goteo constante de orina y la micción en cantidades muy pequeñas pueden indicar un vaciado inadecuado de la vejiga que requiere una intervención. Los síntomas de infección pueden aparecer dos días o más después de la retirada de la sonda. Informe siempre a los pacientes sobre el riesgo de infección, las medidas de prevención y los signos y síntomas que deben notificarse inmediatamente al profesional sanitario.

Normas de seguridad
■ Mantenga prácticas seguras de control de infecciones en la manipulación de la orina de los pacientes que reciben medicamentos peligrosos (consulte la política del centro). Utilice protección ocular o facial si hay riesgo de salpicaduras (p. ej., durante
el vaciado de la bolsa de drenaje de orina o la obtención de la muestra) y siempre en caso de derrames (Oncology Nursing Society [ONS], 2018).
Delegación
La habilidad de realizar los cuidados rutinarios de la sonda puede delegarse en el personal auxiliar (PA). La habilidad de retirar una sonda permanente puede delegarse en el PA (consulte la política del centro); sin embargo, el estado del paciente debe ser evaluado primero y la orden verificada por una enfermera. Instruya al PA para que:
■ Informe de las características de la orina (color, transparencia, olor y cantidad) antes y después de la eliminación.
■ Informe del estado de la zona genital del paciente (p. ej., color, erupciones, zonas abiertas, olor, suciedad por incontinencia fecal o traumatismos en los tejidos alrededor del meato urinario).
■ Compruebe el tamaño del globo y la jeringa necesaria para desinflar el globo e informe si el globo no se desinfla o si hay hemorragia después de retirarlo.
■ Informe de la hora y la cantidad de la primera micción después de retirar la sonda y si el paciente refiere fiebre, escalofríos, ardor, dolor en el costado, dolor de espalda y sangre en la orina (signos de infección renal).
■ Notifique las quejas del paciente de fiebre, disuria, hematuria, tenesmo vesical, polaquiuria, dolor abdominal bajo, cambios en el estado mental y letargo (signos de infección de la vejiga).

Colaboración
■ Colabore con la enfermera especializada en heridas, ostomías y continencia (WOCN) para medidas específicas de cuidado de la piel si el paciente presenta irritación de la piel perineal por la sonda, por el adhesivo del dispositivo de fijación de la sonda o por el drenaje alrededor de la inserción de la sonda.
Equipamiento
Cuidados de la sonda
■ Guantes limpios y pantalla facial (según sea necesario).
■ Empapador impermeable.
■ Manta de baño.
■ Jabón, toallita, toalla y batea llena de agua caliente. Opción: Paño con gluconato de clorhexidina (CHG) al 2%.
Extracción de la sonda
■ Jeringa de 10 ml o mayor sin aguja (la información sobre el tamaño del globo [en mililitros o centímetros cúbicos] está impresa directamente en la válvula de inflado del globo [fig. 17.1]).
■ Cilindro graduado para medir la orina.
■ Inodoro, silla inodoro, cuña, orinal o bacinilla.
■ Escáner de vejiga (si está indicado).
■ Guantes limpios.
Registro e informes
■ Registre la hora en que se retiró la sonda, la enseñanza impartida en relación con el aumento de la ingesta de líquidos y los signos y síntomas de ITU, y la hora, la cantidad y las características de la primera micción.
■ Registre los tiempos y las cantidades de ingesta y micción en el registro de micción o en el diario vesical, según se indique.
■ Registre los síntomas experimentados por el paciente en el momento de la retirada de la sonda y después.
■ Documente la evaluación del aprendizaje del paciente.
■ Informe de la hora a la que se retiró la sonda, la enseñanza impartida en relación con el aumento de la ingesta de líquidos y los signos y síntomas de ITU, y la hora, cantidad y características de la primera micción.
■ Notifique al médico la presencia de hematuria, disuria, incapacidad o dificultad para orinar y cualquier incontinencia nueva después de retirar la sonda.

