Analgesia epidural

La administración de analgésicos en el espacio epidural está indicada tras un traumatismo torácico, abdominal o pélvico (Bos et al., 2017), después de una cirugía mayor (Hernández y Singh, 2022) y para el dolor crónico oncológico (Meghani y Vapiwala, 2018). La analgesia epidural produce reducciones significativas desde el punto de vista estadístico, pero posiblemente menos significativas desde el punto de vista clínico, en las puntuaciones de dolor en comparación con la analgesia intravenosa (i.v.) (Bos et al., 2017).

La médula espinal es aproximadamente 45 cm más corta que el conducto espinal en el adulto y termina en la primera o segunda vértebra lumbar (Hernández y Singh, 2022). La médula espinal está suspendida en líquido cefalorraquídeo (LCR) y rodeada por la aracnoides. En el adulto, la aracnoides se extiende hasta la vértebra sacra S2 a S3 y está próxima a la duramadre. El espacio epidural contiene una red de vasos, nervios
y grasa situada entre la columna vertebral y la duramadre, las meninges más externas que cubren la médula espinal (ver imagen).

Un anestesista, utilizando una técnica estéril, suele colocar un catéter temporal de corta o larga duración en el espacio epidural por debajo de la segunda vértebra lumbar, donde termina la médula espinal (ver imagen).

Los opioides y los anestésicos locales, por separado o combinados, se administran en el espacio epidural para bloquear la transmisión del dolor a través de la médula espinal. Entre los beneficios notificados de la analgesia epidural se incluyen una mayor satisfacción del paciente (Sngy Sia, 2017) y una reducción de complicaciones, como la sobresedación, las náuseas y los vómitos, y la depresión respiratoria (Bouzat et al., 2017).

Entre los opioides habituales administrados por vía epidural se encuentran la hidromorfona, el fentanilo y el sufentanilo, que requieren una gestión segura y eficaz mediante un abordaje interprofesional coordinado. La infusión tanto de un opioide como de un anestésico local requiere una monitorización cuidadosa porque, además de los riesgos asociados a los opioides, también existe el riesgo de toxicidad del anestésico local.

La morfina se utiliza para infusiones epidurales en pacientes hospitalizados, pero no es adecuada cuando se utiliza como anestésico (Sivevski et al., 2018) para la cirugía ambulatoria debido a su tiempo de inicio lento (30 a 60 min), la duración de la analgesia relacionada con la dosis (13 a 33 h) y los efectos secundarios, en particular el inicio tardío de la depresión respiratoria.

Se recomienda que un sistema de infusión epidural utilice conectores conformes con la International Organization for Standardization (ISO) (ISO 80369-6), que son incompatibles con los sistemas Luer-Lok tradicionales, para evitar las conexiones erróneas con otros dispositivos médicos (Institute for Safe Medication Practices [ISMP], 2020c). El conector más reciente diseñado para conexiones neuroaxiales, como, por ejemplo, para infusión epidural, se denomina NRFit. Los conectores
NRFit se desarrollaron debido a los numerosos errores de vía (p. ej., medicación inadecuada, alimentación enteral o administración de aire por vía neuroaxial), algunos de ellos con desenlaces mortales (ISMP, 2020c). Los nuevos conectores NRFit tienen un código de color amarillo (ISMP, 2020c).

Normas de seguridad

■ Asegúrese de que el catéter está etiquetado como vía epidural.
■ Si están disponibles, utilice conectores NRFit, que reducen la probabilidad de conexiones erróneas de los tubos.
■ Emplee una técnica aséptica estricta durante cualquier contacto con la solución, el tubo de infusión, el apósito o el lugar de inserción epidural para evitar la contaminación (Brudney y Dunne, 2017).
■ Estandarice el proceso de comprobación de la vía epidural en la transferencia de pacientes o cambios de turno. Esto implica comprobar las conexiones de las vías y rastrear todas las vías y catéteres de los pacientes hasta su origen cuando un paciente llega a un nuevo servicio y en los cambios de turno del personal.
■ Limite el acceso a las vías epidurales únicamente a los profesionales sanitarios con la formación y el entrenamiento adecuados.
■ Siga la vía del catéter epidural desde el lugar de acceso al cuerpo del paciente hasta la fuente final de una infusión o hasta un puerto de acceso tapado antes de conectar o volver a conectar tubos o administrar una medicación.

Delegación

La habilidad de la administración de analgesia epidural no puede delegarse en el personal auxiliar (PA). Los centros suelen exigir que una enfermera esté titulada en el manejo y la monitorización de la anestesia epidural (Sánchez y Pérez, 2022). Instruya al PA para que:
■ Observe el apósito sobre el lugar de inserción en el paciente al cambiar este de posición o deambular, para evitar la interrupción del catéter.
■ Evite levantar al paciente de la cama mientras está tumbado boca arriba, ya que podría desplazar el catéter epidural.
■ Informe inmediatamente de cualquier desconexión del catéter o fuga del apósito.
■ Informe inmediatamente a la enfermera de cualquier cambio en el estado del paciente o su nivel de comodidad, o en caso de pérdida de sensibilidad o movimiento.

Colaboración

■ Consulte con el anestesista si hay dudas sobre la colocación del catéter y si el paciente puede correr riesgo de complicaciones inesperadas.
■ Los farmacéuticos son una fuente de información sobre los fármacos anestésicos.

Equipamiento

■ Guantes limpios.
■ Guantes estériles (si se retira el apósito epidural).
■ Opioide prediluido sin conservantes prescrito por el médico para su uso en la bomba de infusión epidural. (Se prepara en la farmacia.)
■ Bomba de infusión epidural y tubos ISO compatibles con un conector NRFit. (No utilice puertos en Y para infusiones; algunas bombas de infusión tienen tubos con códigos de color para uso intradural.)
■ Filtro de 0,2 μm retenedor de partículas y eliminador de aire, sin tensioactivos (INS, 2021).
■ Toallita antiséptica: solución acuosa de clorhexidina o solución de povidona yodada (INS, 2021).
■ Esparadrapo.
■ Etiqueta (para el puerto de inyección).
■ Equipo de constantes vitales y pulsioximetría o capnografía (consulte la política del centro).
■ Registro de administración de medicamentos o su versión impresa.

Contenido adaptado de Potter y Perry. Guía de habilidades y procedimientos en enfermería, 10ª edición.

Disponible en formato impreso, eBook y en ClinicalKey Student.

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